No hay nada como una boda que se disfruta, en la que se viven momentos que quedan en la memoria de los novios y los invitados para siempre.
Esos cruces de miradas, una novia de infarto o el ambiente de complicidad que se vive durante la celebración. Cuando ves las fotos es que descubres que tu trabajo como florista, wedding planner o fotógrafo merece la pena.